Cuando me puse a buscar una imagen para ilustrar este título, encontré en internet un artículo de la BBC News del 23 de enero de 2020 donde hacía referencia a un proyecto que se probaría en el aeropuerto de Detroit.
En este artículo se hace referencia a las pantallas de realidad paralela.
“Las pantallas de realidad paralela son una nueva tecnología con la que muchas personas, estando hombro con hombro, mirando la misma pantalla al mismo tiempo, pueden ver cosas diferentes, sin necesidad de usar gafas"
Cuando leí este párrafo, me di cuenta de que en nuestro país hace varios años que vivimos en una realidad paralela.
Mejor dicho, los políticos viven su realidad y en forma paralela nosotros vivimos nuestra propia realidad.
Después de escuchar el discurso de Alberto Fernández en el Congreso de la Nación y de escuchar las críticas de la oposición, me di cuenta lo alejado que están de los problemas que tenemos los ciudadanos de pie.
Claramente ayer se blanqueo la estrategia de campaña para las legislativas de este año, tanto de un lado como del otro. Jugando a lo que a ellos mas les conviene, la polarización.
Si vamos un poco más para atrás en el tiempo, y vemos los debates preelectorales, podemos notar lo mismo que se vio ayer. Chicanas personales, acusaciones, etc, y mientras tanto nosotros esperando escuchar propuestas para poder elegir a quién votar.
Cuando el bando “x” juega el papel de oposición, se preocupa por los problemas de las personas, pero cuando llegan al poder se sacan la careta y van por sus intereses personales.
Yo me pregunto muchas veces, si los políticos creen que, con sus peleas personales, las investigaciones que se prometen, sus ansias de justificar lo que claramente injustificable, sus operaciones para poner jueces amigos y cambiar el sistema judicial porque a ellos no les conviene, si realmente eso le va cambiar la vida a las personas.
Sería muy inocente pensar que los discursos o los debates, son para decirnos hacia dónde vamos como país. Si en Argentina siempre miramos para atrás, pero no para aprender de los errores, sino porque la sed de revancha es más fuerte que ellos.
Cuando pensé en escribir este artículo, el primer título que se ocurrió fue “Expectativa y realidad”, pero me di cuenta de que no tenemos expectativas, porque no sabemos adónde vamos.
Porque siempre somos prisioneros de las chicanas personales de los políticos, que nos pintan una realidad que cuando salimos a la calle no la vemos.
En Argentina, nos prometieron “pobreza cero”, “terminar con la grieta”, etc etc etc y resulta que mientras más pobres, más funcionales y la mejor estrategia de campaña sigue siendo “la grieta”.
El tema de las vacunas, creo que es uno de los ejemplos mas recientes, de la realidad paralela que vivimos en este país.
Mientras te dicen, “El Estado te cuida”, “Si salís a la calle, es un respirador menos para nuestros abuelos”, en paralelo, se vacunaban los amigos del poder, bajo el título de “estratégicos”.
Señores políticos, sean del color que sean, cuando lleguen al poder, recorran las calles, hablen con la gente, entren a sus comercios, hablen con los empresarios, que en Argentina parece que es mala palabra.
Hagan lo que hicieron en campaña, usen ese “poder” que les otorga el pueblo para mejorarle la vida, pero no solo a sus votantes, a todos.
Hagan que el “marketing Político” se transforme en hechos mediante la gestión y dejen de pensar en cómo hacer para seguir en el poder cuatro años más.