El gobierno nacional tiene un grave problema de comunicación, cuesta mucho entender cual es el rumbo, si es que lo tenemos.
Esos problemas de comunicación repercuten negativamente en las personas, crea desconfianza.
Justamente lo que no debería generar en un año electoral.
El presidente Alberto Fernández, está permanentemente saliendo a aclarar o desmentir dichos de sus propios funcionarios y ataques escondidos en cartas de su vicepresidente.
Haciendo un poco de memoria, no tanta tampoco, el gobierno de “Cambiemos” usó y abusó de estas idas y vueltas como la estrategia comunicacional del “reconocemos nuestros errores”.
La gestión de Mauricio Macri se caracterizó por filtrar información, medía la aceptación de la opinión publica y a partir de ahí decidía o se retractaba.
Una característica muy Duranbarbista, donde todo debía ser medido y encuestado.
Esta estrategia en un comienzo tuvo su aceptación porque se diferenciaba del gobierno de Cristina, la cual se la etiquetaba como que no reconocía sus equivocaciones.
La diferencia con el actual gobierno es que la comunicación no está, o por lo menos eso es lo que se ve desde afuera, unificada.
En el mismo momento, hablan distintos funcionarios y dicen cosas distintas sobre el mismo tema.
Ante un año electoral, las noticias malas (en este momento particular de la pandemia) no las expone el Presidente, sino que los que están en primera línea ahora son sus funcionarios.
El Jefe de Gabinete, un día antes del anuncio sobre el famoso “toque sanitario”, en conferencia de prensa anticipaba que la medida había sido consensuada con todos los gobernadores.
Esa misma noche el Gobernador de la Provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, declaro que su provincia no adhería a la medida, y causo un efecto domino o solo con gobernadores de la oposición, sino también con intendentes del FDT.
Hace unos días la secretaria Carla Vizzotti, anunciaba que la segunda dosis de la Vacuna Rusa, se iba a postergar ara poder vacunar a más personas.
Fue tanto el revuelo y especulaciones que causo esa declaración, que el mismo día, Alberto Fernandez salió a aclarar que había sido una “equivocación de Carla”.
En estas ultimas semanas el gobierno se enfrento con el campo por la exportación del maíz.
El mismo Alberto Fernández declaró que estaba de acuerdo con las nuevas restricciones y en el día de ayer martes 12 de enero se termina dejando sin efecto después de la medida de fuerza impuesta por los productores.
¿Era necesario ganarse un enemigo tan poderoso, en estos momentos?
Este constante péndulo en cual se ve atrapado el Presidente de la Nación, no le hace bien a sus aspiraciones de reelección, si es que las tiene, pero a mi entender tampoco le hace bien a la Coalición gobernante.
Es muy evidente y ya no pueden ocultarse las diferencias que existen entre los Kirchneristas y los que no lo son. Pero no en las ideas, sino en el hambre de poder, que es más peligroso aún.
¿Cuál sería la solución? Que el presidente se ponga otra vez a la cabeza de la comunicación y así dejar en evidencia, como al principio de la Pandemia, ¿que no hay confianza en sus funcionarios?
¿preparar un cambio de gabinete, darle un lavado de cara, como para mostrar algo distinto y encarar la campaña electoral de este año con aire fresco?
Una vez Alberto Fernández dijo que “no le gustaba tener un Plan”, sinceramente si no se tiene un Plan de Comunicación es muy difícil, hasta casi imposible, crear un clima de confianza en la ciudadanía.
Un gobierno que dispuso una de las cuarentenas más largas del mundo, porque quería cuidarnos, organizó innecesariamente un velorio de un millón de personas en la Casa Rosada.
Un gobierno que dejo de lado la economía, para cuidar la salud, facilitó y permitió las marchas en el congreso mientras se debatía la ley del aborto.
No lo pongo de ejemplo desde el lado partidario, porque no lo soy, hablo desde la falta de coherencia en el discurso, en lo que se quiere comunicar, con lo que se hace.
Como todos los comienzos de cada año, el tema de las clases es tapa de todos los diarios.
Hace unos días el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, volvió a recurrir al miedo o amenaza, diciendo que “si los casos de Covid siguen subiendo, peligra el inicio de clases”
¿Como pueden tomar las personas este tipo de declaraciones?
La comunicación es una parte importante de la gestión y si no está unificada, planificada y ordenada, todo lo bueno que hiciste en la gestión no se va a ver materializado.
Es preferible no dar anticipos sobre futuras medidas, que no están completamente cerradas, a tener que salir a aclarar o desdecir a un funcionario propio.